Bahá'u'lláh, cuyo nombre era Mirzá Husayn-´Alí, nació el 12 de noviembre de 1817 en Teherán, capital de Persia. Su padre, Mírzá Buzurg, era un distinguido noble quien ocupaba una elevada posición en la corte del Rey de Persia.  Desde una edad temprana, Bahá'u'lláh mostró signos de grandeza y una sabiduría y conocimiento extraordinarios.  No atendió ninguna escuela regular y recibió únicamente instrucción en su casa. Acerca de Su juventud, ´Abdu´l-Bahá dice:
 
“La Bendita Perfección, Bahá'u'lláh, pertenecía a la familia real de Persia.  Desde su más temprana niñez fue distinguido entre sus parientes y amistades.  Ellos decían: “Este niño tiene un poder extraordinario”.  En sabiduría, inteligencia, como fuente de nuevo conocimiento, Él estaba adelantado para su edad y era superior a la mayoría.  Todos los que lo conocían se asombraban de su precocidad.  Era usual en ellos decir: “Semejante niño no vivirá”, porque es creencia común que los niños precoces no alcanzan la edad de la madurez”.

Tomado del Libro IV, Instituto Ruhi,
Las Manifestaciones Gemelas

Para leer acerca de la historia temprana de la Fe Bahá'í, favor de consultar Los Rompedores del Alba en pdf